
advierto duplicidades
planos entreverados en las venas
minas de un oro humano
conquistando simbología y espadas
frente al ventanal las nubes algo melancólicas
estacionan reubican
un café somnoliento con leche
reloj en medio de la bruma
un pan y queso crema
arboles eruditos de flores rapaces
en el imperio de hábitos
donde hay sed
poco rocío
no sé si cada clase de abandono
agranda el muro
diluye filosofías baratas
o incrusta alfileres momentáneos.
Tiemblo.
Zarandeo la piedra imán
en casos de urgencia es inevitable
recomenzar, otra vez el número uno.
Asoma dentro el grillo
impaciente.
Es temprano, ojos cautivos en sí mismos
cortas palabras…
cuando salga el sol cuando despunte
hojas de pelos erizados empuñarán observaciones
del cómo y el porque
reaparecerán formatos de guerrera almacenados.
Unas cuantas cruzadas.