lunes, 14 de febrero de 2011

ESA CARTA

Una torre de cartas

una sucesión de designios marcados

ocurre, es el cristal de mezclas

la solapa de un tren sin maquinista

es nuestra vida, dije

los pelos se erizan

como el alma que me fue prestada

y nunca devolví.

Abrió su boca

uno elige el desconsuelo

uno rebusca la alegría.

El diablo azota donde mas duele

esa carta al revés trituro ademanes

como una bofetada

tramos de verdades disiparon al cerebro.

Solo soledad. No hay mohines

quizás en otra vida comenzó el humo

pegajoso, devenir abstracto

ese algo inexplicable

que me funde

y deshabita.

Una carta del desamor.

Ya lo se, Claudia, no lo repitas

uno elige. Sin embargo.

martes, 1 de febrero de 2011

EL TIEMPO

Cuerpo enredado
un pellizco de te blanco confunde cultos
en hebras verdes
una nada desmenuza y succiona
el paso del tiempo crece
son movimientos agigantados
ilustraciones a mil columnas.
Invisible serpentea, coqueteándonos
para deslizarse
nos deslizamos ciegos en él
buscando algún después
o un mientras tanto lógico e inasible.
Triturador de esperas
solidario auxilio
un hoy apareciendo lentamente
cuando todo esta perdido
los ecos repiten el tiempo cura.
Quizá todo lo inunda, murmuro.
Varias torres de cristal y hormigón donde se almacenan vidas
agujas que desangran
me desangro a veces
relojes hambrientos y ricos banquetes
el devenir es igual solo huellas en la arena.
¿Tripulantes de una súbita expedición?.
Incendio voraz tan extraño como uno mismo.
El tiempo ¿Cuánto destiempo abarca
lo que no es?
misticismos del fuego intentando armar contornos
argumentos en ríos caudalosos.
Fluir
siempre frecuentas la misma imagen
una elección iniciática
esa decisión de ser aun cuando las carreteras
horas se pierdan…
Intempestivo
como el gramo de tu corazón ausente.