lunes, 14 de febrero de 2011

ESA CARTA

Una torre de cartas

una sucesión de designios marcados

ocurre, es el cristal de mezclas

la solapa de un tren sin maquinista

es nuestra vida, dije

los pelos se erizan

como el alma que me fue prestada

y nunca devolví.

Abrió su boca

uno elige el desconsuelo

uno rebusca la alegría.

El diablo azota donde mas duele

esa carta al revés trituro ademanes

como una bofetada

tramos de verdades disiparon al cerebro.

Solo soledad. No hay mohines

quizás en otra vida comenzó el humo

pegajoso, devenir abstracto

ese algo inexplicable

que me funde

y deshabita.

Una carta del desamor.

Ya lo se, Claudia, no lo repitas

uno elige. Sin embargo.

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