BARCO INTERNO

El barco navega y la intemperie del mar se filtra en los recovecos internos. No hay crónica que pueda explicar esa sensación de humo taladro adhiriéndose a una piel que no entiende...la soledad acompaña, es cierto, en el fondo todos estamos solos, pero a veces petrifica y arrastra. El barco se mece a la deriva, demasiadas rutas complicadas como el hombre cuando contempla y amuebla su vida sin usar el corazón. El barco se mueve siguiendo la respiración y nos encontramos y nos perdemos como esas mareas que creíamos distantes, tan alejadas de nuestro ser cuando en realidad somos nosotros mismos...

HAY

el silencio
otorga
almas alejándose
dejan varados
abren heridas
trazos de púas
cuellos de botellas
miradas tan vacías
como inmóviles
proyecciones de otras vidas
envolviendo
a cada paso
filtrándose
aquel hechizo del oro resbaladizo
espíritus viejos
y nuevos
turbulentos números
dados que caen
un ajedrez
escribiendo
luna llena
de lobos
bolsillos con peces multicolores
anteojos de distinta graduación
en la mesa de luz
desbordada de papeles
un vaso verde.