Como si fuera un vaivén resquebrajando historias
un estremecimiento dormido en el límite
se deshoja el paraje conocido
cada madreselva padece laberintos
un prócer en la calle rompe carnes y huesos.
Tu corazón, el mío rompiendo maletas en desuso
esos ojos que ya no están
susurros cuando a medianoche
tanteo balances para ser libre.
Ruptura.
Un nuevo barco.
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